Era una tarde muy nublada de Octubre de 1982, subíamos caminando desde Fontanales a la cumbre. Veníamos de Silva el día anterior. Por la carretera circulaba el Rally El Corte Inglés con aquellos Renault 5 Turbo que daban miedo por lo poco controlados que iban. Uno se nos acercó en exceso y salimos de la carretera atajando por veredas hasta que nos perdimos. La visibilidad era escasa, el frío intenso y los que más conocían no acertaban a ubicarse. La noche se nos echó encima al lado del muro de la Caldera de Gáldar, entre pinos radiata jóvenes y pinos canarios.
Entre la espesa niebla se percibían, a veces, las siluetas de los gigantes de Gáldar.
Optamos por pasar la noche junto al muro con los toldos de aquellas casetas canadienses para 8 pesadas como el plomo. Dormimos en grupos de 4, eramos unos 20 más o menos. De cada grupo uno quedaba despierto, por turnos, por que el lugar donde acampamos tenía bastante pendiente y a las dos horas ya habíamos rodado unos 3 metros. Según íbamos cayendo despacio con el sueño ladera abajo, el vigilante despertaba al último, que quedaba de vigia por 30 minutos, y el anterior pasaba al lado del muro al primer puesto. Así transcurrió la noche, con un sobresalto por el despiste de alguno que se le pegaron los ojos en su ronda, y un compañero obeso rodó más de la cuenta ladera abajo. Sonó como una piedra chocando con alguna rama y despertamos unos cuantos.
A la mañana siguiente estaban allí, grandiosos, los viejos pinos de Gáldar.
Hoy siguen allí unos cuantos menos. Han muerto en 25 años 8 de los centenarios de entre 3 y 4 siglos. Los especialistas hablan de que la repoblación estuvo mal hecha, se pegaron los pinos unos a otros y ahogaron de luz y agua a los viejos más débiles, rematando a algunos de ellos el incendio de 2005. De los que están en pie hay unos cuantos en estado muy delicado.
En todo este tiempo no se ha hecho nada por salvarlos, ahora parece que el Cabildo los va a ayudar a vivir, limpiando de pinos los alrededores y haciendo incluso un sendero para visitarlos. Parece que el "efecto Pilancones" ha calado, y más vale tarde que nunca. Aquí se encuentra el pino más viejo de la isla según algunos especialistas a falta de hacer los estudios oportunos.
Hay que decir que muchos de los radiata se están muriendo. No sería mala idea eliminarlos todos y cambiarlos progresivamente por pinos canarios de la cepa de los viejos. Ya que se "clonó" al de Pilancones, se podrían clonar éstos, puesto que sus semillas están contaminadas por las de los pinos canarios del sur con los que se repobló la zona además de los radiata. Nuestros bosques necesitan ayuda, limpieza y cuidado, y alguna tala que otra en algunos sitios muy tupidos que podría dar trabajo a más de uno en estos tiempos de crisis. Si nos ponemos las pilas erradicando especies foráneas y clareando lo justo zonas sobrepobladas hay madera para hacer pequeña industria. Eso sí, repoblando sobre la marcha con cabeza. Si alguien tiene memoria, hace años vinieron unos señores de la Selva Negra y al ver Tamadaba se echaron las manos a la cabeza al ver aquello. Recomendaron talas controladas por que a largo plazo la muerte está asegurada. El otro día paseábamos por La Diferencia y aquello parecía La Casa de las Dagas Voladoras versión canaria, en vez de bambús pinos flacos.
Cada vez que miro el muro me vuelve aquella noche, y cada vez que pienso en un pino tengo en la cabeza la copa de aquellos pinos. Vivimos en una isla que rinde devoción a la Virgen del Pino, por que apareció en un pino. Quizá nuestros antepasados, leyendo a Marín de Cubas me surgió esto, tuvieran algo de sagrado con algunos pinos y algunos dragos, por que enterraban a algunas personas en su base y el alma del muerto pasaba al árbol. Y quizá la virgen del pino es el fruto de ese mestizaje silencioso que ya se quedó mudo y se cristianizó el rito. No hace falta mucha investigación para ver en lo cristiano signos de Egipto y Roma; lo nuestro es más chico, pero está ahí.
Nos queda conservar los pinos. Quizá estamos a tiempo.
ACTUALIZO. Están clonados algunos ya. Parece que fue Enrique Sastrecallejo, un máquina de la especie humana para estos temas. Felicidades.
Lo de Marín de Cubas es de la primera versión de su libro, 1687, y más de uno lo considera una flipada. No aparece en la segunda. La primera es de esos libros del conde que conserva... otro día hablamos.
Lo del pino más viejo de GC: según algunos estudios el Pino Bonito o de Casandra es el más viejo de la isla, incluso más que el caido de Pilancones. Éstos estudios (M. Génova y C. Santana) estimaban al de Pilancones en 343/378 años. Tras su muerte pudimos saber que tenía mas de 500 años. Al Pino Bonito lo datan entre 530 y 854. Estudiaron solo un ejemplar en Gáldar y lo estimaron en unos 350 años. A falta de más estudios dendrocronológicos, creo que nos llevaremos más de una sorpresa de alguno de éstos con aspecto de "bonsais" gigantes.
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