La Subida

 

Y subimos. Por la umbría del Gallego hasta la Degollada de las Tenerías, dejando el Roque de la Vuelta a un lado y cruzando el barranco de Las Palmas (por los Ñames hay dos subidas posibles que conozca a la Degollada). Las nubes según avanzó el día iban haciendo dos capas. La más alta peinada y rápida y la baja loca de viento cambiante, avisando lluvia. Javi, paracaidista conocedor de los cielos de la zona nos fue contagiando la libertad que se vive al volar (dice que como salte una vez, me engancho, me conoce, por eso no quiero probar, me conozco...) a la vez que buscaba un risco para probar un salto base. Mientras tanto Abián nos distraía con las teorías conspiratorias más divertidas de la literatura friki de hoy en día de la que uno no tiene ni pajorera idea. La mejor fue la de los polos, la nasa y los lagartos.
Al llegar abajo Fernando, hijo de Suso, nos esperaba con su padre palo en mano entretenido en cuarenta batallas y los bolsillos llenos de chuchangos.


Para subir por esta zona a Amurga hay dos pasos muy sencillos, uno remontando desde la pista poco antes de llegar al Gallego, por el Lomo de la Mina (donde los tres árboles) o poco antes del Risco del Mojón, tomando en ambos casos después la pista de la presa (que no se terminó) hacia arriba, y otra poco después del Gallego, por la Cuesta del Cielo y conectar con la pista que sube al macizo desde La Barrera.

El agua que ha caído ha dejado la zona con un toque verde. Hace 2 semanas estuvimos por aquí y la cosa estaba muy seca.