16.4.09

Jacarandá y Mocán






Salí a tomar un cafelito después de comer por si la pachorra decidía instalarse en la tarde, volví por Perdomo a casa y me encontré una luz acariciando los adoquines junto al palacete Rodríguez Quétgles, antiguo conservatorio, y sobre ellos la flor del jacarandá.
Transporté la memoria a La Plata, a Buenos Aires, a Salta... al Guiniguada, avenidas florecidas de ese color intenso lleno de vida y alegría que nos brinda en la primavera y el otoño.
Junto al jacarandá hay un Mocán precioso en el jardín que mezcla sus ramas en el aire haciendo piruetas a contraluz. Son imágenes que viven en mi retina y simbolizan la unión de dos lugares del mundo que vivo con intensidad, éstas islitas y América.
La casa fue construida por un poderoso de otra época a su amante, en ella recuerdo que voté no a aquellas elecciones de la adhesión a la Otan. Cuando la calle se hizo peatonal pasábamos la tarde escuchando música sentados en la acera viendo a la gente pasar. Peatonalizarla me costó que un coche pasara por encima de mi pie, y encima aquel señor ni corto ni perezoso se bajó del auto y me pegó un bofetón. Por suerte mi pie salió ileso.
Muy cerquita de esta esquina pinté en el suelo un sábado de mañana una alegoría a la naturaza.
Recuerdo el eslogan de la época, debajo del asfalto está la tierra.
Fui a casa, agarré la cámara y salí un rato por el barrio a capturar luz dejándome llevar por la mirada.








De Pérez Galdós encaminé los pasos hacia Las Ranas, La Florida aún está desteñida entre añiles, recuerdo la tienda y la esquina como si fuera ayer. Paré donde el kiosko republicano de abuelo junto al barranco y crucé a Vegueta.











Santa Ana estaba peinada por las nubes. La catedral lucía intensa su cantería.
Subí hacia Espíritu Santo y bajé por Castillo hacia el Pilar Nuevo, Casa de Colón. De allí otra vez al barranco, que espero volver a ver correr algún día sin carretera por encima.











Me detuve ante la estatua de Pérez Galdós, contemplarla me lleva a mundos abstractos de su época y literatura. Es curioso, ahora mira hacia la isla... A veces me lo imagino subiendo al barco en San Telmo y quitándose la alpargata... Demasiado grande para un mundo tan chico.

6 comentarios:

EsTelaMarinera dijo...

Son estos paseos los que hacen que los recuerdos nos dejen ver la cara más dulce de la nostalgia. Reviviendo aquellos momentos con una sonrisa en los labios, cuando los hechos desagradables se narran en forma de curiosas anécdotas.

Unknown dijo...

A Que hora pasaste por el antiguo conservatorio. yo estuve hay mismo entre las 18:30 hasta las 20 horas aprox..con la cámara. Saludos Clara

Anónimo dijo...

Las bonitas imágenes revelan que el paseo fue provechoso y encantador.

Jose Coyote dijo...

Así es María, y con cierto aire de tango como dices, pero sin melancolía, cualquier tiempo pasado fue peor, el mejor día de la vida es hoy o está por venir.
Clara, como hablamos hoy por teléfono, a eso de las 4 y poquito, estuve un rato esperando las nubes. La próxima semana tendré la felicidad de tocar tu cinco dedos mk2 y tu 1d mk2, ansío el momento, espero dejar afinada la 1d. El manual de la 5d lo leí por encima, profundizaré.
Ana, una tarde encantadora, corta eso sí, pensé en darme un salto al norte, pero... Y dices que Agaete estaba encendida... ohhh, me quedé amaguado. Mañana nos desquitamos.
Gracias por sus comentarios.

Carlos Suarez dijo...

Preparando un post sobre el mocán del Conservatorio -de cuando los arquitectos plantaban árboles- me doy de bruces con esta excelente página. ¡¡Y además veo que compartimos paisajes y pateadas, desde el barrio al Arco del Coronadero o la bajada a Las Arenas....¡¡
Estimado Coyote: ..¡¡a ver si un día nos tropezamos también por esos campos..¡¡
Felicidades por el blog.
C Suárez

Jose Coyote dijo...

Gracias Carlos, será un placer compartir caminos por estas islas. El antiguo Conservatorio conserva pedazos del patrimonio de nuestras vidas, y uno de los árboles más preciados de la ciudad (que no entiendo por qué no se planta más) y del barrio que nos ve crecer.
Un saludo.