1.5.09

Volver

A esta hora debo andar por algún lugar al oeste de la isla buscando la luz, alguna piedra, una nube o un trozo de aire que permita respirar, no se si solo o acompañado, igual César se apuntaba a una ruta sin camino por Guayedra rememorando a Nicolasito, pero seguramente con una sonrisa en la cara de oreja a oreja. Anoche pasé sin querer por otro blog que tenía olvidado de acceso restringido y me traje unas palabras de Facundo Cabral con las que me siento identificado:

Me pongo el Sol al hombro y el mundo es amarillo, y si llueve, me mojo, y no me enojo por que no encojo...Me gusta andar pero no sigo el camino pues lo seguro ya no tiene misterio...No soy de aquí, no soy de allá, no tengo edad ni porvenir y ser feliz es mi color, mi identidad...

Bueno, pues con tremenda pedrada en la cabeza dejo esta entrada programada, hasta más ver, que son señas de volver.

(En la imagen Mercy y Samuel a la vuelta de la ruta del otro día, hecha con 4 fotos a 50 mm. focal fija corrigiendo la geometría de la lente y provocando un plano focal por delante de la silueta de la piedra a poca profundidad para difuminar)

2 comentarios:

Dr. Cobra dijo...

No se porqué se me ha metido en la cabeza el viaje de Chihiro,al ver la foto.., es que tiene como vida la roca.

Jose Coyote dijo...

Sen to Chihiro no Kamikakushi, tiene ese punto la piedra habla como toda la zona de espíritus y leyendas ancestrales que se esconden entre las rendijas como si alguien mirara a la espalda, gracias Cobra