El título es inventado, fue una flipada del paseito por Tamadaba. Está sobre la sombra del Tibicena. Es un charco, gran cazoleta, que la habrá hecho la naturaleza o el hombre, lo desconozco, o ambos, con dos aberturas, una riega hacia el risco por una especie de canal y la otra hacia el llano. Sea lo que sea, se prestó a conjeturas mientras mirábamos el paisaje. El promontorio tiene buenas vistas del noroeste, se dibujan muy bien Amagro y la montaña de Gáldar.
Andamos con curiosidad con el Valle de Guayedra, y todo lo que aparece lo miramos despacito. Como lo del altar, las harimaguadas y las leyendas lo hacía más arriba, pues eso, a flipar que es gratis.
Y pensar que a algunas mentes privilegiadas se les ocurrió hacer un teleférico de Agaete a Tamadaba. ¿Se imaginan la Rama en teleférico?. A la fiesta le darían certificado de accesibilidad en un momento, y de paso la ISO 7000, para llenarlo todo de cartelitos y logotipos. Después a presumir al estilo somos los primeros en algo, complejo muy típico de algunos políticos locales.
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